El café estaba frío y la mesa
se desbordaba de trabajo él no podía pensar, todo el peso de su vida estaba en
sus hombros, la habitación se tornaba con un ambiente frio no podía más, las
llamadas constantes de su trabajo ¿qué más podía esperar? Sonó el timbre de un
correo electrónico ¿de quién es? No puede ser es de su esposa con el llanto en
sus ojos bajo la mirada sintió que algo se rompió en su interior no pudo
terminar de leer el texto solo alcanzó a entender que todo había acabado, en el
fondo se escucha el caminar de las personas ese bullicio que pesa tan solo por
saber que la vida sigue, pero como va a seguir si todo está mal para el tic
tac, tic tac, solo quería que parará todo para poder respirar. Se vuelve a
tomar la frente para sostener el peso que ya es insufrible, no puede ser se dio
cuenta que no ha terminado el trabajo tanta presión en tan sólo unos minutos,
sigue escuchando ese bullicio, pero ya no provine del fondo ahora se escucha
fuerte y cada vez más fuerte reconoce una voz, pero no sabe en donde la ha
escuchado intenta pensar no puede, ese bullicio otra vez el reloj tic tac tic
tac, el trabajo, la vida diaria, su esposa
otra vez ese ruido y el reloj que
no para tic tac, tic tac, el siente que
la voz ya la había escuchado pero ¿en dónde? ¿En qué lugar? otra vez ese ruido
¡ya basta! Ya no quiere pensar tic tac,
todo es tan raro ese bullicio se escucha cada vez más cercano por fin reconoce
la voz, ¡Despierta es tarde! Le dice la voz ¡Despierta mi amor!
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